Sugerencias sobre las tareas de un directivo de la salud (o cargo intermedio o profesional).
La pandemia por Covid-19 está poniendo de manifiesto la compleja situación de nuestro sistema sanitario identificando sus limitaciones (no era tan bueno como parecía). Y sobre todo, mostrando una necesidad: que todas las partes implicadas trabajen bien, juntas, en un perfecto engranaje.
Los trabajadores de la salud estamos experimentando altos niveles de estrés, haciendo incluso sacrificios personales para implicarnos en la atención de las personas. En definitiva, ejerciendo un liderazgo de servicio que deja a veces aparcado nuestros propios intereses. Las numerosas historias de profesionales que, por ejemplo, optan por no vivir en sus domicilios para evitar la posible exposición del virus a sus familiares, ponen de relieve esta situación.
Hoy he leído un artículo de Xavier Marcet, “Todo a la vez”. En él habla en particular, de la naturaleza del trabajo directivo: dar resultados hoy, posicionar la organización para el mañana e inspirar y hacer crecer a los demás. Todo a la vez, sin excusas, sin sucumbir en el intento.
Admiro la labor de nuestros directivos. En estos tiempos difíciles, la gestión de las instituciones sanitarias seguro que es fuente de innumerables quebraderos de cabeza. Pero, tras esta recomendable e inspiradora lectura de Marcet, me he preguntado si, como dice Xavier, están haciendo “todo a la vez”.
Los trabajadores de la salud tenemos preocupaciones y temores. Existe una creciente incertidumbre y ansiedad entre nosotros sobre la seguridad en nuestras tareas, la disponibilidad de recursos, la necesidad de información, más trabajo en equipo, el mantenimiento de estrategias de innovación (no solo en lo tecnológico, también en lo asistencial) y, en definitiva, la mejora de nuestro sistema. Entre todas las tareas del directivo de la salud, me pregunto en que punto de la hoja ruta se incorpora la escucha. Lo hago desde el respeto y el cariño, porque la voz de los pacientes y de los profesionales, en ocasiones me parece perdida entre tanto ruido de fondo. También otra tarea, la comunicación, la información. Probablemente este aspecto esté mas incorporado en sus agendas; pero matizo, hacerlo mayoritariamente a través de los cargos intermedios, perdiendo la presencialidad y el contacto con el trabajador de a pié, o a través del correo corporativo, no se si ayuda a disminuir o a aumentar la brecha directivo-profesional-paciente.
Me parece que es momento para que nuestros directivos y líderes de salud reconsideren sus “habilidades blandas”, (seguro que todos debemos hacerlo) porque van a ser críticas para estar en sintonía con las necesidades de los pacientes y los profesionales y por ende, para la sociedad y las instituciones sanitarias. Los trabajadores y las organizaciones debemos aprovechar las fortalezas demostradas para aportar “alegría a nuestra tarea” y ofrecer una atención sanitaria cada vez mejor a las actuales y futuras generaciones.
Y para que no nos confunda el uso de la palabra alegría, aclaro que se trata no solo de trabajar sentimientos, sino de desarrollar un cultura que ofrezca metas, caminos para llegar y confianza en nuestras propias instituciones.
Pero como trabajador de a pié, si algo me parece relevante y me inquieta de la lista de tareas de Xavier Marcet, es la presencia. ¿Dónde están nuestros directivos? Supongo que atareados de forma necesaria y frenética en sus despachos. ¿Esta distancia física tiene un coste emocional? Pienso que sí. Probablemente influya en el desapego y en la falta de confianza, y en seguir fomentando un esquema piramidal, jerárquico y caduco de nuestras instituciones cuando la agilidad ahora, es clave en nuestras instituciones.
Algunas ideas: facilitar puntos de encuentro (aunque para ello haya que salir de vez en cuando de la “torre de marfil”); fomentar estrategias que favorezcan el desarrollo de equipos innovadores y transformadores en nuestras organizaciones; ofrecer una escucha activa (eso de las puertas abiertas, pero de verdad); actuar buscando integrar, dejando hacer (facilitando la autogestión), reconociendo y premiando los logros, haciendo de los fracasos una forma de hacer crecer a los profesionales, teniendo presencia en otros ámbitos (por ejemplo las redes sociales)… en definitiva, buscando la verdadera esencia del liderazgo.
Como esta tarea requiere un ámbito con diferentes direcciones, no dejo atrás otras reflexiones:
- Los trabajadores de primera línea tenemos mucho que aportar en los cambios en el presente y futuro de nuestras organizaciones. Estar al servicio de nuestros pacientes y de nuestros compañeros y trabajar la empatía con nuestros superiores, colaborando con ellos, son aspectos necesarios y complementarios. Todos somos importantes para resolver la brecha entre la percepción de los gestores, las necesidades reales de las personas, los profesionales y la propia cultura del centro. Es la única forma de obtener mejores resultados y seguir avanzando en la mejora de nuestras instituciones.
- No quiero caer en la generalización, ni pretendo dar lecciones. A lo largo de todos estos años dedicado a la asistencia, he podido conocer directivos de la salud y cargos intermedios que se caracterizan precisamente por cultivar muchas y otras acciones de las anteriormente propuestas y, sobre todo, por ser un ejemplo de servicio a los demás. Se prodigan también en las redes sociales y siempre están dispuestos a escuchar y a ayudar. Son personas generosas y queridas a las que admiro y a las que respeto por un trabajo que sigue abriendo puertas y generando caminos.
- El paciente, intencionadamente dejado para el último punto, y no porque sea menos importante. Si queremos que todo esto funcione, tiene que estar definitivamente incorporado en estas tareas facilitando que esté mas presente en las políticas sanitarias y en nuestras instituciones.
Superar el gap directivo, profesional, paciente, requiere más comunicación, más confianza y tener un propósito compartido. Y como dice Xavier Marcet entre otras recomendaciones, trabajar “todo a la vez”.
Las tareas no son fáciles, pero hacerlo juntos, hace el camino más ilusionante y provechoso para todos, en particular seguro, para nuestros pacientes.
#cambiahospital.