Rompiendo los muros de los silos
Pacientes que pasan días esperando un diagnóstico o un tratamiento porque no nos coordinamos entre niveles asistenciales. Este tipo de situaciones no solo generan frustración, sino también padecimiento evitable.
Los silos no son solo una barrera organizativa, sino una barrera para el cuidado de las personas. Leer a Xavier Marcet siempre inspira y lleva a reflexionar sobre los desafíos reales de nuestras organizaciones sanitarias. El concepto de “pacto antisilos” que propone en este artículo me remueve profundamente. Aunque para mí, no es nuevo. Ha sido uno de los titulares que siempre he puesto sobre la mesa desde #cambiahospital. Trabajar por ofrecer una atención sanitaria que vaya paralela a las necesidades reales de las personas en todos los aspectos requiere una visión integrada. Es incoherente seguir con una narrativa de parcelas y trincheras. Porque en sanidad, los silos no son solo departamentos aislados, niveles asistenciales, categorías profesionales o la desconexión entre equipos directivos y profesionales; son barreras que pueden significar diagnósticos retrasados, tratamientos fragmentados y, lo más importante, pacientes que no reciben el cuidado que necesitan.
El liderazgo consistente que menciona Marcet es clave: necesitamos líderes valientes que unan, que construyan nexos y que fomenten una cultura de confianza y colaboración. Pero esto no es una tarea exclusiva de los directivos. Cualquier profesional, desde su ámbito, puede y debe contribuir a romper esas barreras.
Marcet lo resume perfectamente cuando dice que “los líderes consistentes siempre potencian los nexos, influyen para unir; los malos jefes refuerzan los silos, perimetran su inseguridad. Custodian su poder. A más cultura de miedo, más silos. Nos fortificamos en nuestros procesos”.
¿Y si empezamos a cambiar esto? Promoviendo encuentros entre equipos, diseñando espacios que favorezcan las interacciones y fomentando proyectos comunes. No es fácil, pero sí necesario. En mi experiencia, los momentos de mayor éxito en la atención sanitaria ocurren cuando las fronteras entre especialidades se diluyen y los equipos trabajan como uno solo. Ya lo vivimos durante la pandemia con el desarrollo de los equipos multidisciplinares en los hospitales. Durante esos meses, aprendimos que la clave estaba en priorizar al paciente por encima de cualquier trinchera organizativa. Aprendimos también que la confianza mutua y la comunicación constante son los pilares sobre los que se construye un sistema más eficiente y humano.
Es hora de un pacto antisilos también en sanidad, en todos los niveles. Esta es nuestra oportunidad de transformar nuestras organizaciones, desde la base hasta la cúpula, poniendo siempre en el centro de nuestras decisiones a quien verdaderamente importa: el paciente y el profesional. La pregunta no es si debemos colaborar, sino cómo empezar ahora. Cada conversación que abrimos, cada equipo que conectamos, es un paso hacia una sanidad más humana y efectiva. Ahora, más que nunca, cada decisión cuenta. Cada paso hacia atrás es una oportunidad desperdiciada. ¿Nos movemos ya?
#cambiahospital