Liderazgo facilitador para la innovación y el cambio.
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He recibido este artículo gracias a las siempre interesantes y generosas contribuciones de Helen Bevan en Twitter. En esta ocasión, habla de una habilidad clave para incorporar en nuestro estilo de liderazgo: ser un facilitador. Esto significa guiar al equipo en la implementación de acciones y procesos, permitiéndole pensar, crear y resolver problemas de manera más efectiva.
The Power of Process: Defining Leadership Through Facilitation. El artículo original se puede leer aquí.
El artículo destaca la importancia de ser un facilitador para lograr los mejores resultados en una organización. Identifica como clave la habilidad de orientar los procesos a través de personas que comprenden su relevancia y de sintonizar tanto con la energía como con el desencuentro, en todos los niveles de la organización, no solo en la alta dirección.
Hacia otros matices en la definición de liderazgo.
El texto plantea que en muchas organizaciones se sigue manteniendo un enfoque de liderazgo de arriba a abajo que puede generar disensión en los equipos. La facilitación surge entonces como una alternativa para diseñar un liderazgo al servicio de los demás, creando un lugar de trabajo más equilibrado. El liderazgo facilitador busca cambiar el equilibrio de poder en la organización y generar un sentido de pasión y deseo en los diferentes miembros del equipo. En este tipo de liderazgo, los líderes actúan como guías y trabajan con los miembros del equipo para lograr los objetivos de la organización a través de una creación conjunta y participación en la toma de decisiones.
Apoyarse en una adecuada definición de los procesos.
Según la entrada, un liderazgo facilitador permite procesos más concisos y claros a la vez que es una ayuda para entender las inquietudes y desafíos de los demás. Un liderazgo que adopte un enfoque facilitador permite que otros contribuyan, critiquen y mejoren las iniciativas compartidas. Es la propia energía del grupo la que se convierte entonces en una estrategia innovadora para promover la igualdad y entender la diversidad en el lugar de trabajo, conduciendo a un futuro más positivo e innovador.
Estrategias para promover un entorno facilitador.
Sigue el texto presentando cuatro ideas principales para distribuir el poder de forma equitativa y efectiva en una organización. En primer lugar, la transparencia, esencial para cultivar la confianza entre los miembros del equipo. En segundo lugar, el uso de dinámicas como Design Thinking, herramienta poderosa para involucrar a todos los niveles de la organización en el proceso de toma de decisiones. En tercer lugar, mejorar la cultura de la organización mediante la innovación iterativa y la experimentación (con sus éxitos y sus fracasos) lo que puede tener un impacto significativo en la dinámica de los equipos. Por último, definir de forma clara los procesos críticos, para que puedan servir de guía en el camino hacia el éxito.
¿Es la facilitación cosa solo de líderes?
La facilitación es una habilidad necesaria para todos los miembros del equipo, no solo para los líderes, en tanto que permite la innovación, la resolución de problemas y la toma de decisiones efectivas. Los líderes facilitadores y los miembros del equipo que la practican destacan por su comunicación clara, su capacidad para hacer preguntas poderosas, su objetividad imparcial, la toma de decisiones en grupo, su habilidad para para enfocar los problemas y su escucha activa. Desde este texto se nos anima a meter en la mochila de nuestro equipo esta característica con el objetivo de aumentar la autonomía y la capacidad de toma de decisiones de los demás. La facilitación fomentará además una mayor conciencia, empatía y relación dentro de los equipos y las organizaciones, lo que permite una gestión del cambio más fluida y colaborativa.
Construyendo relaciones para una innovación radical.
Concluye destacando la importancia de la facilitación para promover el cambio y la innovación en las organizaciones. La facilitación, centrada en el ser humano, se enfoca en construir relaciones intencionales y validar a los miembros del equipo, creando un entorno de seguridad psicológica que fomenta la innovación radical. Los líderes que dominan estas habilidades pueden enfrentar mejor los desafíos, diseñar soluciones más efectivas y fortalecer las relaciones entre los miembros del equipo. Además, la ideación rápida (algo que necesitamos en este tiempo de parálisis) es crucial para acelerar la innovación y el cambio.
Conclusiones.
La definición del liderazgo basado en el servicio y la facilitación es esencial para lograr una verdadera innovación en las organizaciones sanitarias. Aunque pueda parecer repetitivo, esta estrategia, añadida a las necesarias mejoras de las dinámicas de trabajo en equipo y a la realización de cambios transformadores en la organización, me siguen pareciendo elementos clave para pasar de la retórica a la acción. Y aquí, como en todo, incluir a los directivos, cargos intermedios, profesionales y pacientes, como parte de la estrategia y no solo como un eslogan, es crucial.
Coincido con el análisis de este texto: los estilos de liderazgo que no sean de servicio o facilitadores pueden constituir una barrera que debería abordarse con premura en nuestros entornos si verdaderamente queremos ser productivos en reorientar la cultura de nuestras instituciones: el viaje de no solo mejorar, sino también hacer mejores cosas.